miércoles, 19 de noviembre de 2008

Fruto nopal

No soy poeta, no, pero esta noche he intentado un poema, quizás el único que "publique" en la vida, quién sabe. Me disculpan el atrevimiento por favor. Ha nacido y yo no creo en el aborto.

Quisiera ser la paz de tu respiración segura;

la confianza con que tu palma abierta reposa.
Desnudé para ti una tuna,

la has comido de mi mano;

antes de dormirte

ibas cerrando los ojos, abriendo la boca.

Acaricio una ventana de piel,

hay una espina entre tu piel y la mía.

Todavía no, me dice.

Te adoro. Yo te adoro.

Duermes a mi lado, resuelvo un conflicto.

Rejuveneces, las marcas de la almohada en la mejilla.

Tus pupilas luchan bajo los párpados,

será que irán a abrirse.

Tuyos son los colores de la rama viva.

3 comentarios:

abel arturo dijo...

Muy bonito y si no escribas , esto ya es mas que suficiente , escribe cuentos que es donde mas te sale , bye y besos

Juan dijo...

me ha gustado.

Yo tampoco creo en los "abortos".

zeta dijo...

No está mal, me gusta particularmente el verso de la mejilla. Cada quien con lo que guste, lo que no se sabe se aprende. Suerte.