martes, 14 de abril de 2009

Pasta o pollo

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Escribí esto hace un par de años luego de un viaje de pesadilla en un avión. Creo que ahora ya no escribo así, pero igual lo comparto con ustedes.

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PASTA O POLLO

-Siempre me dan miedo los aviones. Ustedes los jóvenes no le tienen miedo a nada.
-No se preocupe, señora.
-Me dan tanto miedo. Uno no los puede controlar.
-No se preocupe.
-¿Y si se cae? ¿Y si hay secuestradores? Con un tenedor nos pueden reducir a todos. Ya lo hemos visto.
-Sigue siendo el medio más seguro.
-No hay estadísticas que valgan. Un pájaro se puede meter en uno de los motores. Con un solo motor no llegaremos a ninguna parte. Un pájaro tumbando a otro pájaro.
-Ya estamos despegando.
-Este es el momento más inseguro, como el aterrizaje. Y cuando está volando…
-Si le da tanto miedo, hubiera tomado algo.
-Ya me tomé dos pastillas. Para los nervios, para dormir. Pero tardan en hacer efecto y en una hora vamos a llegar. Seguro me quedo dormida en el sofá de mi hijo justo antes del almuerzo. Seguro le dará pena despertarme. Es abogado. Es bueno el muchacho y me da una pena, lo explotan en el trabajo. Él ve todo lo que es impuestos.
-Estése tranquila entonces.
-No puedo. No confío en los pilotos. Cómo pueden volar con estas nubes, no ven nada. No se ve nada.
-Señora, estos aviones cuentan con la última tecnología. La flota más moderna de Latinoamérica”. Lo están mostrando en la tele, ¿ve?
-Lo único que sé es que tengo un nieto que es piloto. Nunca volaría con él. Ni siquiera tiene bigote.
-Hubiera ido por tierra.
-¿Pretende usted que con la columna como la tengo me quede sentada como una tonta dieciocho horas seguidas?
-Bueno, no.
-Pero estos asientos son peores que los del carro. Ya no dan cojines para la cabeza. Ya no dan mantitas, antes me las llevaba, pedía que las pasaran de atrás para adelante. Antes te preguntaban pasta o pollo.
-Es un vuelo de una hora.
-En una hora pueden pasar muchas cosas. A la gente la ansiedad le da hambre. ¿Somos humanos o qué?
-Hubiera tomado un buen desayuno.
-¿Y si vomitaba? Se imagina qué vergüenza una mujer como yo vomitando. Le hubiera arruinado los zapatos.
-Si le da náuseas aquí adelante están las bolsas...
-Se me han ido las ganas, pero este frío no me lo quita nadie. ¿Lee usted?
-La revista del avión.
-¿Le gusta gastar en perfumes y lapiceros? Con lo que cuesta la plata.
-...
-¿Qué lee?
-Las instrucciones de seguridad.
-Lea, lea por si acaso. Estaremos sobrevolando Los Andes. Si quiere lea en voz alta. Pronto comenzarán las turbulencias y esos vacíos terribles. ¿Siente cómo se mueve?
-Señora, ¿Por qué no se quita los zapatos y se relaja? Ya no falta nada.
-Se me hinchan los pies, si le contara… una vez casi me dio trombosis. Además hay que estar preparados. Si nos caemos lo mejor es tener las zapatillas bien puestas. Me gusta estar pendiente por si tengo que sacar el asiento. No sabría usarlo de flotador.
-Lo bueno es que está usted en el pasillo. La dejaré salir primero, aunque no va a pasar nada. El cielo está tranquilo.
-Yo no estoy tranquila. Las desgracias se dan en un parpadeo. En un descuido se nos va la vida entera. ¿Por qué ha dicho usted que el cielo está tranquilo?
-Estoy siempre al tanto de estas cosas. Compro meteoritos.
-¿Meteoritos?
-Sí, señora.
-¿Qué dice que hacía usted?
-Trabajo en una casa de remates. Vemos temas de historia natural. Justo adonde vamos cayó uno hace dos días.
-Ahora que lo dice algo leí en las noticias.
-No es muy grande, pero igual queremos verlo. Los pobladores están asustados. Se han dado casos de histeria colectiva.
-Ah. No sabía eso.
-Los meteoritos son fascinantes. No hay por qué tenerles miedo.
-Será Dios que juega a las bochas contra su propia creación.
-Hay mucha gente interesada en comprarlos. Si viera usted las pujas que hay por Internet. Todo el tiempo nos piden reportes, nos llaman para cotizar. ¿No leyó que un meteorito llegó a costar más de cien mil dólares?
-Parece el mercado negro. ¿No será usted narco? ¿Sabe su madre a lo que se dedica?
-Señora, los meteoritos son testimonio de un sorprendente accidente natural. ¿Sabía usted que son como la caja negra de la historia?
-¿Caja negra? Sí que es usted una mala persona. No me hable más que no le voy a responder. No, no insista...

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