miércoles, 29 de abril de 2009
Expresso Book Machine
martes, 28 de abril de 2009
La felicidad en un tren
Vilariño y Benedetti
Luego de una vida longeva dedicada a la literatura, la muerte se llevó hoy a la escritora Idea Vilariño a los 89 años. Fue ensayista, crítica, traductora de Shakespeare, compositora y gran poeta. Su obsesión era el ritmo como se desprende en “La suplicante” y “Poesía”.
Vilariño pertenecía a la Generación del 45 junto con Mario Benedetti. El poeta de 88 años vuelve a tener problemas de salud y se encuentra internado en un hospital de Montevideo. El año pasado debió ser hospitalizado tres veces y supo salir adelante, riéndose de los achaques, del destino. Aguante, Mario.
A Vilariño ya se le concedió ese mundo dormido:
CONCÉDEME ESOS CIELOS, ESOS MUNDOS DORMIDOS...
Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos,
el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme las manos,
ahóndame la vida
con la dádiva dulce que te pido.
Dame la luz sombría, apasionada y firme
de esos cielos lejanos, la armonía
de esos mundos sellados,
dame el límite mudo, el detenido
contorno de esas lunas de sombra,
su contenido canto.
Tú, el negado, da todo,
tú, el poderoso, pide,
tú, el silencioso, dame la dádiva dulcísima
de esa miel inmediata y sin sentido.
lunes, 27 de abril de 2009
Bisturí
Ahora son verrugas.
La más grande ha comenzado a sangrar.
Aparecen y desaparecen en sus pies,
como un calambre de madrugada.
Se pincha la más grande con el poste del arete.
Se pregunta por qué no hace algo con ellas.
Por qué no busca una solución definitiva.
Un ataque con armas de destrucción masiva de verrugas:
Acido láctico. Nitrógeno líquido. Bisturí.
Le dicen que felizmente no le salen en la cara.
Para ella sus pies son su cara.
Se siente como un cepillo de dientes: sola en un vaso.
En el vaso queda un poco de agua.
No se lavará los dientes.
Se ahogará en el consejo de su madre:
"Y te daba chocolate para que no llores
y tú decías que eras feliz de nuevo".
Comerá chocolate.
Observa las plantas de sus pies que aún caminan
y se pregunta si acaso su madre sabe más que dios.
¿Estamos listos?
La foto es del Nuevo Herald.
domingo, 26 de abril de 2009
La vida de Flannery
sábado, 25 de abril de 2009
Ventanas
jueves, 23 de abril de 2009
Los olvidados (no los de Buñuel, los míos)
Cuándo: Lunes 27 de abril a las 7:30 p.m.
Anne Hathaway
Anne Hathaway (1556 –1623) / “Item I gyve unto my wife my second best bed…” (from Shakespeare’s will)
miércoles, 22 de abril de 2009
Festín: qué bonita palabra
Clint Eastwood: Cazador blanco, corazón negro
martes, 21 de abril de 2009
Hoy en El Británico de Miraflores
sábado, 18 de abril de 2009
Central de fraudes
La palabra que tanto escribo en mi trabajo, "crisis", llegó hoy a mi vida luego de meses de un sostenido crecimiento: he vivido un fraude personal. Lo asumo, es parte de aprender a crecer y luchar por perdonar, pero cuánto duele. Cuánto hubiera querido que una central de fraudes me llamase para advertirme lo que se venía: yo misma, sin saberlo, podría llegar a robarme. Al igual que con una compra con la tarjeta de crédito, ya firmé el voucher de esto. No hay marcha atrás. Ahora debo esperar que lleguen el estado de cuenta, el bulto, la fecha para pagar. Esta vez el arrepentimiento vino antes que el bulto.
jueves, 16 de abril de 2009
Isla
Tatuarte un animal,
un pájaro. De trinos bienvenidos,
que se pose cierto en tu brazo en cada viaje,
que una vez llegado al puerto te señale: hoy
se ha anclado el azul en tu retina. Sobrevive un
conjunto de esperanzas en un barco, detrás queda
en los puertos el frío, el frío anonimato de las risas.
martes, 14 de abril de 2009
Pasta o pollo
-No se preocupe, señora.
-Me dan tanto miedo. Uno no los puede controlar.
-No se preocupe.
-¿Y si se cae? ¿Y si hay secuestradores? Con un tenedor nos pueden reducir a todos. Ya lo hemos visto.
-Sigue siendo el medio más seguro.
-No hay estadísticas que valgan. Un pájaro se puede meter en uno de los motores. Con un solo motor no llegaremos a ninguna parte. Un pájaro tumbando a otro pájaro.
-Ya estamos despegando.
-Este es el momento más inseguro, como el aterrizaje. Y cuando está volando…
-Si le da tanto miedo, hubiera tomado algo.
-Ya me tomé dos pastillas. Para los nervios, para dormir. Pero tardan en hacer efecto y en una hora vamos a llegar. Seguro me quedo dormida en el sofá de mi hijo justo antes del almuerzo. Seguro le dará pena despertarme. Es abogado. Es bueno el muchacho y me da una pena, lo explotan en el trabajo. Él ve todo lo que es impuestos.
-Estése tranquila entonces.
-No puedo. No confío en los pilotos. Cómo pueden volar con estas nubes, no ven nada. No se ve nada.
-Señora, estos aviones cuentan con la última tecnología. La flota más moderna de Latinoamérica”. Lo están mostrando en la tele, ¿ve?
-Lo único que sé es que tengo un nieto que es piloto. Nunca volaría con él. Ni siquiera tiene bigote.
-Hubiera ido por tierra.
-¿Pretende usted que con la columna como la tengo me quede sentada como una tonta dieciocho horas seguidas?
-Bueno, no.
-Pero estos asientos son peores que los del carro. Ya no dan cojines para la cabeza. Ya no dan mantitas, antes me las llevaba, pedía que las pasaran de atrás para adelante. Antes te preguntaban pasta o pollo.
-Es un vuelo de una hora.
-En una hora pueden pasar muchas cosas. A la gente la ansiedad le da hambre. ¿Somos humanos o qué?
-Hubiera tomado un buen desayuno.
-¿Y si vomitaba? Se imagina qué vergüenza una mujer como yo vomitando. Le hubiera arruinado los zapatos.
-Si le da náuseas aquí adelante están las bolsas...
-Se me han ido las ganas, pero este frío no me lo quita nadie. ¿Lee usted?
-La revista del avión.
-¿Le gusta gastar en perfumes y lapiceros? Con lo que cuesta la plata.
-...
-¿Qué lee?
-Las instrucciones de seguridad.
-Lea, lea por si acaso. Estaremos sobrevolando Los Andes. Si quiere lea en voz alta. Pronto comenzarán las turbulencias y esos vacíos terribles. ¿Siente cómo se mueve?
-Señora, ¿Por qué no se quita los zapatos y se relaja? Ya no falta nada.
-Se me hinchan los pies, si le contara… una vez casi me dio trombosis. Además hay que estar preparados. Si nos caemos lo mejor es tener las zapatillas bien puestas. Me gusta estar pendiente por si tengo que sacar el asiento. No sabría usarlo de flotador.
-Lo bueno es que está usted en el pasillo. La dejaré salir primero, aunque no va a pasar nada. El cielo está tranquilo.
-Yo no estoy tranquila. Las desgracias se dan en un parpadeo. En un descuido se nos va la vida entera. ¿Por qué ha dicho usted que el cielo está tranquilo?
-Estoy siempre al tanto de estas cosas. Compro meteoritos.
-¿Meteoritos?
-Sí, señora.
-¿Qué dice que hacía usted?
-Trabajo en una casa de remates. Vemos temas de historia natural. Justo adonde vamos cayó uno hace dos días.
-Ahora que lo dice algo leí en las noticias.
-No es muy grande, pero igual queremos verlo. Los pobladores están asustados. Se han dado casos de histeria colectiva.
-Ah. No sabía eso.
-Los meteoritos son fascinantes. No hay por qué tenerles miedo.
-Será Dios que juega a las bochas contra su propia creación.
-Hay mucha gente interesada en comprarlos. Si viera usted las pujas que hay por Internet. Todo el tiempo nos piden reportes, nos llaman para cotizar. ¿No leyó que un meteorito llegó a costar más de cien mil dólares?
-Parece el mercado negro. ¿No será usted narco? ¿Sabe su madre a lo que se dedica?
-Señora, los meteoritos son testimonio de un sorprendente accidente natural. ¿Sabía usted que son como la caja negra de la historia?
-¿Caja negra? Sí que es usted una mala persona. No me hable más que no le voy a responder. No, no insista...
lunes, 13 de abril de 2009
Jamás
domingo, 12 de abril de 2009
Hablemos de diseño
Descentralizaré.
A la espalda del hotel Monasterio, en la calle Choquehuanca, dos diseñadoras de joyas se unieron para inaugurar esta semana la tienda Puquna, dedicada a la venta de todo tipo de arte creado por manos peruanas: fotografía, pintura, grabado, artesanía, escultura; muebles labrados en cuero, joyas, y siguen los etc. Desde el logo ya provoca visitarla. Esta es su web (aún en construcción): http://puqunaperu.com/
En Miraflores, en el Centro Comercial Cantuarias, está la divertida tienda Electrocute. Apoya a los diseñadores de ropa y de accesorios para que no solo vean en ella un canal de distribución sino una fuente de retroalimentación e impulso a su trabajo. Un diseñador exclusivo de la tienda es Kute Art Store (http://kute-art-store.blogspot.com/), con creaciones influenciadas por el anime. Aquí la web de Electrocute: http://www.tiendaelectrocute.com/
sábado, 11 de abril de 2009
Ventana
martes, 7 de abril de 2009
Seis horas para dormir
Los hombres que caen
lunes, 6 de abril de 2009
Fujimori culpable
domingo, 5 de abril de 2009
Escritores conectados por la urbe
Spirit of ´ 76 de John Updike, extracto
have given me my quitclaim in the sun,
sealud shut my adolescente wounds, made light
of grownup troubles, turned to my advantage
what in most lives would be pure deficit,
and formed, of those I loved, more solid ghosts.
Ilustración archivo The New Yorker.
sábado, 4 de abril de 2009
En Miami con M de Mamá
Y aquello que llamamos “sentido del tacto”, tan importante en algunos humanos de la especie, en ella se limita estrictamente a la acción de estirar la mano y saber si el agua de la ducha está fría o caliente.
-¿Estás segura?
Por mi parte vivo sola desde hace 7 años, lo que ella ha decodificado como: Madrugadora. Bohemia. Mentirosa. Me dice, y a veces no le falta razón: Me has mentido tanto que ya no puedo creerte nada.
Por el Día de la Madre le entregué una tarjetita que decía: ¿Quieres ir a Miami conmigo? Mis amigos, que la conocen y la han sufrido, me preguntaban si sabía en qué me estaba metiendo. Era obvio que no lo sabía. Ella se alegró como yo lo había hecho antes. Anunció que al fin podría comprar su Glucosamina de 1600 mg, su Calcio con Chondrition, y todas esas pastillas de alucinantes cantidades que solo se encuentran en EE.UU. Un shopping geriátrico, digamos. Pongámonos en su lugar: Se fracturó una vértebra, tiene 3 hernias lumbares.
-¡Pero dígale que lo haga ya, señorita!
Me aferré a los brazos de la silla. Nauseada, entregué después mis manos sudorosas a mi mamá. La incurable nostalgia de un momento seguro y feliz. Desde el 11 de septiembre tengo miedo.
En el aeropuerto de San José solo se puede fumar en el Nimbus Lounge. La conduje hasta allá en la silla de ruedas; me expulsó el humo contenido por esa pipa gigante. Me puse a leer en una sala contigua. Dos horas después salió de pie, empujando su silla, como recién sanada por algún pastor brasileño del canal 5. Camuflaba, con gran estilo, el encendedor en su corsé. ¡Lo había metido de contrabando en la cabina del avión! Mi madre podría dar lecciones de cinismo a la hora de pasar las revisiones de los aeropuertos al burrier más experimentado.
Dos estadísticas del Nuevo Herald impactan como un Reality Show: Muchos no tienen ni para comer, pero siguen manteniendo un auto carísimo. Miami ostenta la más alta tasa de “furia al volante” de todo EE.UU. Sin embargo, el sistema de transporte es ordenado, en bus o tren puedes movilizarte por casi toda la ciudad; o alquilar un auto a 55 dólares diarios (¡30 son de estacionamiento!).
Las mujeres son imprescindibles en la estética nocturna de Miami. En sus altísimos tacones, con vestidos que comienzan o terminan en las nalgas, las piernas bronceadas, toman las calles como a una pasarela improvisada, afrontan sin inmutarse el concierto de gritos y cláxones de los conductores.
-Ojo, que no he venido hasta acá para ir a la playa- me advirtió decidida-. Y tú no has venido hasta acá solo para leer.
Se recostó en una blanquísima tarima y de inmediato se apareció un amable ecuatoriano a cobrarle 10 dólares, que ella se negó a pagar y que debí hacerlo yo.
-Mamá, ¿puedes dejar de mostrar tu corsé, por favor?
Me distraje con la vista. El mar plateado brillante, quieto, como empozado. Detrás de la caseta del salvavidas ondeaba la bandera morada de “vida marina peligrosa”. De un clavado me metí al agua caliente. Me raspé toda porque me llegaba a los tobillos, y nadé y nadé y nadé hasta que mi mamá y la tarima se fundieron en un solo punto blanco, con el océano bailándome en las axilas.
Los días que siguieron, cada vez que discutía con ella, me escapé al mar. El agua como una puerta al final de cualquier aeropuerto: Empuje, emergencias solamente.
-Prendimos nuestra radio y ella se puso a cantar Será tu sonrisa. Por eso la invitamos a tomar con nosotros. Tu mamá es super cool.
viernes, 3 de abril de 2009
Soy una guerrera. A nadie haré la guerra.
Sé las luchas que mantengo y los dones que me faltan. Sé lo que amo y lo que detesto. Se los errores que cometo y los que me he perdonado. Sé lo que sé y cuánto ignoro. La única forma que tengo de salir de esta trinchera a enfrentar granadas que es la vida misma es escribiendo. He nacido desarmada y desarmada partiré. Las balas llegarán por la espalda. Lloverán. A nadie haré la guerra. Esa es mi venganza.
¿Por qué pelear? Tenemos suficiente territorio de la imaginación para repartirnos.
¿Por qué pelear? ¿Los prejuicios no han llevado a la guerra?
No lo olvidaré: los que escribimos somos soldados, no jefes del aire. No intentemos mirar hacia arriba, aquí está todo lo que amamos.
Tenemos las manos para crear. El teclado de nuestras computadoras explosiona de palabras. ¿No es alegría perfecta lo que sentimos en ese momento? Pelear es cercar todo lo que amamos.
Puentes aunque frágiles, fronteras aunque treguas, no muros indestructibles.