Todos amamos a Google. Como a un dios lo buscamos para que nos ayude con cualquier cosa. Las respuestas son inmediatas, sí, pero... ¿sabemos todo lo que hay detrás de una búsqueda?
La filósofa francesa, Barbara Cassin, en su libro Googléame. La segunda misión de Estados Unidos denuncia la jerarquía que hace Google de lo "más buscado".
Ñ la entrevistó. Reproduzco las respuestas. Leed y juzgad:
-Google es un excelente motor de búsqueda. Uno ingresa palabras clave y obtiene gratuita y rápidamente las respuestas que le convienen, no demasiado redundantes y sin ventanas publicitarias invasivas. Esas son las cualidades, pero todas tienen su reverso. Si las respuestas que uno recibe concuerdan perfectamente con lo que uno busca, es porque nos tienen "perfilados", nos hemos convertido en un cliente de quien conocen hábitos y costumbres porque Google ha implantado "cookies" en nuestras computadoras y de este modo puede manejar el flujo de clics. Y si uno utiliza sus servicios (gmail, picassa, desktop, etc), Google se transforma en un Gran Hermano que nos conoce mejor que nosotros mismos.
-Google es el maestro de las reglas de confidencialidad y se da a sí mismo el derecho de subordinar todo a los fines comerciales legítimos. Tiene dos lemas: "Nuestra misión es ordenar toda la información del mundo" y "No seas malo". Este anuncio misionario y moral que da muchísimo dinero me recuerda a otras guerras del bien contra el mal, misiones universales que sirven de tapadera para la economía más dura.
-Se ve la intención de hacernos parecer una gran familia...
-En una entrevista a Sergey Bryn y Larry Page, los dos "Googleguys", dicen: "ustedes son la red".
Es verdad, nosotros participamos de ella y nuestros clicks la modifican. Cuando uno busca en Google, ¿qué es lo primero que encuentra? Aquello que la mayoría de la gente ya ha cliqueado. La calidad es una propiedad emergente de la cantidad. Es una concepción estrecha de la búsqueda.
-¿Google es la Verdad?-
No, Google es la opinión. Es la opinión ponderada por la opinión, ya que cuando un sitio que todo el mundo consulta traza un link hacia una página, la página asciende todavía más. Pero a esta opinión la consideramos a menudo como la Verdad. Aunque sea filósofa, no me gusta particularmente la Verdad, sobre todo con mayúscula. Google no me vuelve más capaz de elegir la mejor opinión.