viernes, 19 de diciembre de 2008

Garganta profunda

Ahora que "Garganta Profunda" o Mark Felt ha muerto, seguramente vendrá un remake de la premiada Todos los hombres del presidente. Me imagino para esos papeles, con la venia de los nostálgicos, a Mark Ruffalo, reemplazando a Dustin Hoffman, y a Sam Rockwell en vez de Robert Redford.
El hombre que propició la caída de Nixon, cuando aún los escándalos políticos podían tumbarse a un presidente y su entorno, será recordado por los propios gringos como un héroe o un hijo de puta.

En 1972, cinco hombres fueron atrapados cuando instalaban grabadoras en las oficinas del Comité Demócrata Nacional en el complejo Watergate en Washington. Felt comenzó a filtrar información a los periodistas del Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, implicando a Nixon. Ambos periodistas ganaron un Pulitzer por su investigación. Recién hace 3 años, Felt reveló a Vanity Fair que en realidad él era el misterioso "Garganta Profunda". Quizás en algún momento se sabrá si hizo lo que hizo por amor a la patria o porque esperaba la jefatura del FBI, que nunca obtuvo.

Solución con alas

He encontrado la solución perfecta a mis necesidades de libertad, desplazamiento, compromiso con el medio ambiente y comodidad. No quiero tener carro, no quiero una moto, adoro mi bicicleta: tendré una motocleta, ya he visto varias en las calles de Lima y sus conductores sostienen una estúpida sonrisa: yo quiero esa sonrisa. Venceré mi miedo secreto a los atropellos y compraré otra bici para adaptarla. Quiero que mi bici de siempre siga siendo para hacer deporte. Me gustaría que la nueva fuese igual a la de la foto, azul, vintage, pero ese modelo no es para ciudad, es para manejar en la arena (aunque acá hay tiendas que mienten: "son para ciudad"). ¿Le podré instalar suspensiones o el motor anula eso? Digo, con los baches, los rompemuelles y todas las rampas naturales que hay en mi ciudad. Pero no importa. Ya sabré manejarlo.
Esta es la dirección que vende en Lima los motores para adaptar las bicicletas a su nueva libertad: http://www.motokleta.com/

jueves, 18 de diciembre de 2008

Matadoras en la revista Sieteculebras


La poeta francesa, Anouk Guiné, no solo fue muy amable al presentar Matadoras en París sino que reseñó la antología en la revista cusqueña Sieteculebras, en su pasada edición. Ahora, yo no me considero feminista, ni creo que mi cuento antologado lo sea, pero recojo su mirada para que se formen sus propias opiniones, para que debatan aquellos que ya leyeron el libro. Este es el texto publicado por Anouk...

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La antología Matadoras – Nuevas narradoras peruanas, recientemente editada por Estruendomudo, resulta ser feliz e inconscientemente feminista.

La historia literaria fue escrita en clave masculina, con un canon literario del mismo corte. Esto implica la invisibilización y el silenciamiento de la literatura hecha por mujeres y cuyo trabajo sería “irracional”, “no profesional” y “no serio”. No es que las prosistas fueron pocas por décadas, sino que su aparición editorial fue muy tardía por las razones que acabo de dar.

Considerada como “subliteratura”, no es de extrañar que muchos hombres no lean a las mujeres, y que por lo general éstos falten a eventos relacionados con la literatura femenina. Este estado de cosas no se desmintió en la presentación de Matadoras el 23 de octubre 2008 en París[1] -con el editor Álvaro Lasso y dos de las autoras antologadas, Grecia Cáceres y Nataly Villena- donde los varones, en particular los narradores peruanos y latinoamericanos que viven en la capital, brillaron por su ausencia, mientras nunca faltan a tal evento cuando se trata de uno de sus pares.
Felicitemos a A. Lasso quien, lejos de cualquier intento de ghettoización de la literatura femenina, da voz a 13 narradoras y nos ofrece una antología de alta calidad. Esperemos que sea un punto de partida para sacar a luz los textos de otras narradoras. Esta tarea es fundamental si se quiere poner fin a la amnesia de género en la literatura, si las mujeres quieren inventar espacios que escapen a los canones masculinos, o si quieren penetrar terrenos invadidos por los hombres sin tener que justificarse, y si quieren que su existencia deje de ser definida por referencia a los hombres.

Por cierto, las 13 Matadoras no tienen encima la mirada de un hombre cuando escriben. Nos lo comprueban al transgredir las normas en cuanto crean a partir del sujeto mujer, un sujeto “completo”, mientras la masculinidad se revela “incompleta” como en Casa de estrafalario, el muy sensual cuento de Katya Adaui.
Hay en esta antología tres grandes ejes que hacen que sea inconscientemente feminista. Primero, la expresión sumamente libre, liberal y libertina de la sexualidad, segundo, la queja explicita al machismo, y tercero, el sufrimiento femenino. Estos temas se entremezclan y articulan a lo largo de la antología.

En Corte a Sofía, de Alicia Bisso, el personaje principal “se entrega al sexo con personas nuevas”, y busca a su ex novio “sólo para tener sexo”. Es mejor “no esperar nada de nadie”, “por más que digan lo que sea, por más que te hagan el amor con esa misma fuerza… Olvídalos. No son más que eso. Hombres que comparten contigo una o dos noches y ya”. “El típico cabrón que va de ligue en ligue”, dice Rossana Díaz en La lucha contra el estornino.

En Al frente, de Nataly Villena, se deja a un peruano “vividor” y “borracho” y se viaja por España hasta Marruecos, una frontera que se vuelve también sexual al descubrir que uno de los personajes es una lesbiana que volverá a ver a su ex novia en Tánger. En esta zona fronteriza e impersonal del Mediterráneo, cerrada y abierta a la vez, las protagonistas se ven perdidas pero iniciando una nueva historia. “Al frente, todo aquello que habíamos perdido nos aguarda”.
La homosexualidad también está presente en el cuento de Mónica Belevan, Trouvez Hortense, a través de la voz de Rimbaud en Adén.

La protagonista de Mate de Coca, de Susana Noltenius, se libera de un marido egoista. Al visitar la Casa de las Vírgenes del Sol, confiesa: “Me inquieta la idea de ser elegida para algo tan infame como el encierro”, y expresa la libertad vivida con su amante: “yo yacía sobre su cama, él a mis pies… deslizó sus manos, sus labios y su cuerpo por mis piernas, mis caderas, abdomen y pecho”. “No le incomodan los líquidos de nuestros cuerpos corriendo entre nuestras piernas”.
Claudia Ulloa nos lleva por una sexualidad libertina en Línea: “Con el punzón (de una navaja) me dejó en la piel un rasguño muy leve, que me mató de placer… me metí a la ducha y vi la línea que él había dejado sobre mi cuerpo… Era una línea larga que iba desde mi garganta hasta el pubis y se unía a la línea de mi sexo”. Al día siguiente ofrece públicamente su cuerpo en plena calle.
Para Grecia Cáceres, en Una Pena de Amor, la protagonista maldice al que la dejó: “Que le haga su show a las otras, a las que no saben aún lo que es un machito de su especie, que te aplasta y no le importa lo que sientas, que te toma y que te suelta…” “Nadie te dice nada y un buen día te encuentras aplastada en el asiento trasero de un carro, medio vestida, incómoda… no siento nada, sólo espero que pase el bolondrón… ¿Tú quisieras eso para tu cuerpo? Terminar toda adolorida, en posiciones absurdas, en lugares peligrosos, temiéndole a todo, pensando en el embarazo aunque según él se sale antes”.

En Callejón oscuro de María Luisa del Río, una mujer cansada de su pareja cuenta: “Esta mañana me ha pedido que lo espere con el almuerzo listo, pero en lugar de meter los tallarines a la olla… me he entretenido con una película porno que encontré entre su ropa. Lo he sentido llegar… Ha caminado hacia la cocina y no ha encontrado nada, se ha molestado y nos hemos mandado a la mierda. He tirado la puerta, he salido a la calle… y me he subido a una combi para irme a cualquier otro pueblo de la cordillera”.

La soledad y el maltrato a sí misma son otros sufrimientos presentes aquí, una soledad que puede “clavar” como “un cuchillo muy filudo” (Bisso). Algunas mujeres mueren y renacen al ritmo de sus casas, como en La casa muerta de Alina Gadea, y en Las dos orillas de Giselle Klatic. “Más tarde pensaría que doña Isabel había depredado la casa como una mujer que se infringe un castigo a sí misma, cortando su preciosa melena al ras del cráneo o pintándose toda la cara con lápiz de labio frente a un espejo para humillarse cruelmente a sí misma”, escribe Gadea. La casa “parecía muerta. Yo había querido morirme junto con ella, abandonarme en su abandono… La casa agonizaba y me pedía que la rescate, que me rescate a mí misma”, dice la madre en duelo de Klatic.

Culpabilidad, falta de confianza y desesperación son otros de los sufrimientos. Deprimida por su sobrepeso, sus arrugas y cañas, la protagonista de Díaz “no es nadie” sin antidepresivos. El Aliento de Karina Pacheco empieza con el suicidio de una mujer joven que se dispara en el corazón. Y Monserrat Alvarez, en Este cuento se autodestruirá en X minutos, habla de la feminización de la pobreza a través de una intelectual que plantea el suicidio, la prostitución y el trabajo doméstico como alternativas laborales.
Esperemos que más voces de mujeres sigan liberándose, y que antologías de este tipo florezcan en Perú.
[1] www.cecupe.com
Actualización 12 de enero:
En el último número de Hermano cerdo, Violeta Entrerríos hace una critica de Matadoras contraria al planteamiento de género hecho por Anouk Guiné. Para ella no hay masculino ni femenino, simplemente textos que deben leerse de frente sin tantas explicaciones que, considera, no sirven al lector...
"Queda dicho entonces que lo peor del libro es el título, el subtítulo y el prólogo. Se trata del ya característico empeño por crear una «narrativa femenina» sin entender lo que eso significaría, sin atender a las consecuencias que una narrativa así (si fuese posible crearla) tendría en la narrativa a secas, o sea y por defecto, en la narrativa de hombres. Sin tener en cuenta, además, que ninguna de ellas parece haber compuesto sus relatos desde la perspectiva del género. Es cierto que casi siempre la protagonista, la voz narradora o los personajes son mujeres, muchas veces extrañadas de serlo, o ajenas a su feminidad; pero no en todos los relatos se esfuerzan por demostrarlo, resultando estos los mejores de la colección. Y por otra parte: ¿el único requisito de reunir a estas narradoras es que son mujeres peruanas? No me convence el argumento: vuelvo otra vez a lo mismo, no basta con que una mujer escriba para que nazca una narrativa femenina: incluso muchas de estas mujeres colaboran con la causa de la narrativa «normal», o sea y por defecto, la masculina. Lo cual no es negativo. Pero no se empeñen en etiquetar, si al fin y al cabo estamos ante literatura, la literatura que todos conocemos y que de nuevo por defecto parece haber nacido conforme al «molde originario masculino»; gracias a quienes «la crearon y desarrollaron», o por lo menos quienes tuvieron históricamente el poder editorial o el tiempo y la educación para ello: los hombres. Salgamos del empeño por dividir en géneros, por buscar una paradójica igualdad a base de extremar las diferencias".
La crítica completa y el análisis de los 13 cuentos se encuentra aquí:

Mediática

Es una librería pequeña, pero desde que ingresas a ella descubres la magia en sus estantes, porque rinde tributo a una pasión: las artes visuales. Mediática se especializa en ofrecer libros de diseño, arquitectura, publicidad, arte urbano, diseño editorial, diseño interactivo, fotografía, ilustración, moda, multimedia, manga... las últimas ediciones de las mejores revistas de diseño como IDN, Graphic... con Munnys y otros objetos de culto como sillas y mesas de diseñador, a pequeña escala, listos para coleccionar. Ingresando a su web puedes recibir el boletín de novedades y las principales ofertas.

Esta Navidad la librería ofrece 30 % de descuento a ciertos libros y 20 % en los demás títulos. Lo mejor de todo es que te puedes sentar a leer y quedarte las horas de la vida, mientras te asesoran en tu compra. Los precios están buenos (ya sabemos que las revistas de diseño son las más caras siempre): Göoo que la acabo de comprar en Argentina a 20 pesos, en Mediática cuesta 20 soles, casi igual. Entre todas las cosas divertidas que encontré está la agenda Choleskin 2009.
Dirección: Alcanfores 295. Tienda 17. Miraflores.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El orden de la soledad


En resumen, Lucy volvió a casa cruzando 5 disfritos y 3 puentes; todos mis vecinos creían que la había abandonado. Pero se volvió a ir. Supongo que yo hubiera hecho lo mismo; volver para decir adiós. En cuanto al concierto de Madonna... estuvo inolvidable, con el sonido, vestuario, y coreografías magníficas que la han convertido en una diva imperecedera, pese a la dudosa potencia de su voz.

Ahora he vuelto a la realidad que es trabajar para vivir y ya estoy de nuevo agotada; este ritmo es imparable. Por eso hoy no podré ir a la presentación del primer libro de mi amigo Aldo Vivar, El orden de la soledad, un sueño hecho realidad para este compañero de clases, sabio doctor y lector. El libro sale caliente con Revuelta Editores. La presentación será esta noche a las 8 p.m. en Pescados Capitales. El ingreso es libre. Pueden encontrar más textos de Aldo en su blog http://www.historiasclinicas.blogspot.com/

lunes, 1 de diciembre de 2008

Crónica de Buenos Aires

Llegué a Buenos Aires el sábado con bastante retraso y con la culpa encima de tener a mis amigas esperándome tres horas en el aeropuerto, con la madre y la hija chica de una de ellas. Había sido la primera pasajera en darme cuenta en el aeropuerto de Lima de que el vuelo de Lan partiría tarde a Chile. Perdería la conexión; encontré un avión que salía dos horas después del tiempo comprado. Listo. Es momento de leer. Busqué el libro en la mochila. Lo había dejado sobre la cama. Sería porque era Un lugar llamado oreja de perro y mi papá me acababa de confesar que esa misma tarde, mientras la recogía para llevarla a su casa porque me iba de viaje, había perdido a Lucy, mi perra. Se le había escapado por una avenida, corriendo en sentido contrario al del tránsito. Guardaba las últimas cosas en la mochila –lentes de sol, lapicero, Moleskine, lentes de leer-, mientras mi mamá me decía que se alegraba de que se me hubiera perdido una “perra tan fea”. Según ella, aún tenía a Mara, la Schnauzer, “ella sí es linda, un amor. La vamos a cuidar mucho”. ¿Qué le increpas a tu madre cuando te dice que se deshace de lo feo, aunque se mueva? La diferencia es que a Mara me la regalaron y a Lucy la rescaté de la calle. Lucy me quería porque yo la dejaba hurgar entre la basura –quién era yo para cambiarle las costumbres-, para darle luego una parte de mi propia comida. Quizás yo soy un poco como la tosca Lucy. Puedo reciclar algo de la basura y despanzurrarme luego en el sofá. Definitivamente no soy Mara, con su belleza de peluche. Íbamos al aeropuerto y llovía y yo lloraba por Lucy. Mi papá no me sonreía desde el espejo retrovisor, como nunca. Mi mamá enumeraba todo lo que veía, como el peor reportero, como hace siempre. Me consolé comprándome en una tienda del aeropuerto Cuentos breves para leer en el bus, con textos, algunos no tan conocidos, de Akutagawa, Andrèiev, Apollinaire, Bierce, Chéjov, Chopin, O.Henry, Kafka, Melville, Vashtar, etc. Para mí, cuentos breves para leer en una larga espera.

Con cuánta expectativa e ilusión nos hemos preparado durante todo un año para este reencuentro, manteniendo la continuidad por mail y algunas ocasionales llamadas telefónicas. Coincido además con la última presentación de Pura Cepa, la obra de teatro-danza, un Off-Broadway u Off-Palermo que dirige Ana Frenkel y que ha sido un hitazo todo el año. Valeria Cavassa, mi amiga, es la asistente de dirección, y su novio, Facundo Nuñez, actúa en ella. Me siento en un rinconcito mientras soy testigo del trabajo de 5 hormigas que levantan tremenda colonia mientras la gente ya se agolpa en las puertas del teatro. Y claro, no entiendo nada de esta coreografía previa, pero me entusiasma la sincronía. La obra se deja leer fácil, y 15 actores-bailarines irrumpen en escena, en secuencias muy bien marcadas, llenas de ritmo… chicos y chicas enfrentan su estética, se aman, se retan, se odian, se vuelven a juntar y a separar, en un poderoso manifiesto de ironía, seducción y deseo: el cuerpo ha hablado y ha hablado claramente. La gente aplaude, no se quiere ir, y los músicos que han estado tocando en vivo improvisan. Todos quieren más de esa complicidad que flota. Yo también. Nos vamos a la fiesta de “fin de obra”. Observo a Ana bailar y por un instante deseo compartir su eterna juventud, su música en la sangre. ¿Le digo o no le digo?: “Una obra así funciona en cualquier parte del mundo. Ojalá alguien se anime a llevarla a Perú”. No le digo.

Cuarenta grados de sensación térmica, anunciaban los noticieros. No cuando llegué. La temperatura bajó y dejó 3 muertos en lluvias que cesaron recién al amanecer, cuando nosotros seguíamos de fiesta. El clima, de un mal humor inesperado, nos obliga a cancelar la excursión a El Tigre del día siguiente. Pese a las extrañas temperaturas, devoro mis siempre favoritos helados de Zambayón y Dulce de Leche. Pienso en Lucy; el aguacero ha viajado en avión.

Buenos Aires es la ciudad más literaria del mundo; se repite en mí la más justa sentencia de Vargas Llosa. Cada cierto tramo empujo a un peatón que lee, lo envidio secretamente… solo me atrevo a leer así en mi ciudad. Leen en las esquinas, en el subte, en el taxi, en el parque, frente a las empanadas, el bife y la apuesta del turf. Una exquisita mafia de lectores. En las librerías reconocen que eres “un extranjero abrumado ante la cantidad y variedad”. Tú aprietas el dinero contra el bolsillo; ellos permanecen a tu lado informándote sobre tu elección. Por eso es imposible resistirse: dame todo Roth, todo Auster, todo Mansfield, todo Murakami, y ese nuevo: Gomorra. ¿Alguno para regalo? No, todos son para mí. Me alegra ver a escritores peruanos en las vitrinas de novedades: Alarcón, Cueto, Bayly, Roncagliolo. Ellos por ahora. Pienso en Claudia Ulloa y Ezio Neyra, los “novísimos” amigos en la Feria del Libro de Guadalajara. El próximo año, si vuelvo a
Buenos Aires, ¿me saludarán desde una contratapa?

Valeria está igual de dulce, indecisa y abstracta, con sus rulos largos, a veces rubios, a veces guindas; algo en ella se renueva año tras año. Lorena, su hermana, me repite el conflicto amoroso con D, idéntico al melodrama del año pasado, pero con qué alegría devora mis ofrendas peruanas: las papas amarillas nativas, los chifles dulces, los camotes, las salsas de huancaína y huacatay, el jugo de mango, la mermelada de lúcuma. Discutimos las diferencias entre sauco y arándano. Candela, su hija, realmente es fuego vivo. Tiene 9 años. Me dice: “Che, mañana sí podemos ir a El Tigre. En el diario sale que la temperatura mínima será de 13 y la máxima será de 24”. Yo a tu edad, le digo, todavía jugaba a las muñecas. “La Barbie es una pelotuda”. En Buenos Aires hay muchos paseadores de perros; el Bosque de Palermo es su Central Park. Qué me ladren desde lejos esta vez.

Hoy, 1 de diciembre, es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida y la entrega de los Premios Clarín. Las noticias. Y la gente. Y la gente en las noticias. Todo gira en torno a esto. Todavía no se sabe que el gran Diego Capusotto será el protagonista de los premios. Nos reparten condones en la calle unas chicas envueltas de rojo. Le dan un paquete a Candela. Después de algunas explicaciones acepta entregárnoslo.

Norman Briski presenta su quinto libro: Teatrobrik. Mis amigos han actuado bajo su dirección durante 5 años. Yo lo he visto un par de veces, también en Mujeres asesinas. Briski dice: Actuar es militar. ¡Como escribir!, pienso. Cuando el presentador comenta sobre la “poesía inmanente” que hay en estos nuevos textos, cinco obras de teatro y un guión televisivo, Briski acota: “en la potencia humeante de mi cabeza curiosa, escribir y actuar son dos deportes, dos intoxicaciones”. Se refiere a la presentación de su libro el mismo día que los Premios Clarín, (adonde muchos de sus amigos han ido, apenas 2 días después de la muerte del querido actor Ulises Dumont, quien iba a ir a la presentación de Briski): “este es un día glorioso para otros. Esto es un acontecimiento para mí”. Hace a capella un monólogo para 150 personas –“el micrófono es una intervención imperialista”- sobre una frustrada pareja en la habitación del hotel Petit Edén. Al cierre, Lorena le dice que soy su amiga peruana de toda la vida. Briski me firma su libro: Katya, la peruana más amiga. Me emociona la dedicatoria, de pronto me habla en quechua y me voy a la mierda.

Facundo, el novio de Valeria, dirige con su hermano y con su padre la editorial Alfagrama, que prepara libros de bibliotecología para muchas universidades de países hispanos, entre ellas, San Marcos. Alfagrama tiene una subeditorial: RíoCultura. Es la que ha editado el libro de Briski.
Me encuentro con Daniela Bragone, actriz de Pura Cepa, amiga de mis amigos, tallerista de la multifacética Gabriela Bejerman. Dani también ha editado con RíoCultura su ópera prima: Pieles. Valeria se ha encargado de la corrección. Disfruto estas coincidencias. Leo a golpe de vista donde el libro se abre de casualidad: “porfiada en atraparte y dejarte como sea”. Concluyo que las presentaciones deben ser iguales en cualquier lugar del mundo: todos le dan la espalda al autor desde la mesa de la comida. Eso es bueno: la realidad hace que el autor se siga esforzando para que menos personas vayan por la comida.

Ahora Facundo y Valeria duermen. Este escritorio da a la lavandería. En la puerta hay un hueco. El viento ha vencido al plástico que lo cubría. Afuera se ha desatado una tormenta. No quiero irme a dormir. No es porque mi cama de a la ventana, en una nueva orientación estrenada por Valeria. Facundo me ha contado que su gata se perdió hace unos meses: “la había alimentado durante diez años”. La desgraciada me saltó en la panza una noche desde el armario, el año pasado, mientras yo dormía y hasta seguro soñaba. Se escabulló como una sombra por la puerta.

El miércoles será el concierto de Madonna en el estadio de River. Acabo de ver en el Estadio Nacional de Lima a Cindy Lauper. Si hubiera querido le tocaba la guitarra; estábamos tan cerca. Acá estaré muy lejos de Madonna, a 30 mil personas de distancia. Igual cantaremos y después iremos por comida. Dejaré por un instante de pensar en Lucy y las razones por las que siempre adopto, en la insensibilidad de mi madre, en la culpa de mi padre, en la ausencia de mis hermanos, en la nostalgia por los amigos que han estado, están y estarán conmigo; en la juventud que está en la acera del frente, en el trabajo excesivo, en los mandamientos que quiebro a diario. En las profundas impresiones que la vida deja en mí. Son las 4 y 50 de la madrugada. Hace unos diez minutos se ha desatado una tormenta. Mis amigos se despertarán con ella. Yo la escuché venir.

Hace un rato encontré en el facebook una foto del Kinder cuando actúe en El flautista de Hammelin. No me escogieron para ser el flautista, como era mi sueño, sino un ratón más que debía esperar todos los "solos" del flautista, acuclillada en un espacio tan grande como una alcantarilla. El flautista es ahora una actriz de verdad y vive en México. Recuerdo que mis papás tomaron muchas fotos... pero yo no era el flautista, no. Tampoco lo soy ahora: soy el violinista del Titanic.

Fotos:
1) Lucy y Mara.
2) Dani es portada de Pura Cepa.
3) Lorena, Candela, Valeria.
4) Con Norman Briski (antes del quechua) y Candela.
5) Dani con Pieles y Valeria.
6) Soy el ratón de la derecha.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Laura Riesgo

La escritora peruana Laura Riesco vivió amando la palabra y sus posibilidades. En 1994 publicó, luego de 16 años de silencio literario, la celebrada novela experimental Ximena de dos caminos. Nació en La Oroya, pero vivió en Estados Unidos. Fue profesora en la Universidad de Maine. Diversos diarios y blogs recuerdan que hay una deuda con la lectura y la valoración de su breve pero importante obra, ante la noticia de su temprana muerte la semana pasada, a los 68 años, cuando aún tenía cosas qué contar.



Sobre escribir, Riesco dijo:
"Escribir es un recorrido incierto por las sendas tortuosas del temor y el auto-reconocimiento. Con suerte, este proceso puede resultar una terapia sin garantías duraderas, pero que en momentos privilegiados levanta un peso de nosotras, y en algo libera".



Carlos Sotomayor la recuerda hoy en La República:
"En el año 1978 Laura Riesco (nacida en La Oroya, en 1940, según reza el apunte biográfico), publicó una novela titulada El truco de los ojos. Sin embargo, pese a los aciertos de su ópera prima, tuvieron que transcurrir dieciséis años para que entregara su celebrada segunda novela: Ximena de dos caminos (1994). La novela, considerada como una pieza importante en nuestras letras, relata la historia de una niña que vive en un centro minero y es testigo de las grietas sociales que surgen a partir de las diferencias que existen entre dos mundos culturales distintos. Ximena de dos caminos, como lo señala el poeta y crítico literario Camilo Fernández Cozman, es una intensa novela de temple lírico y de rara perfección que penetra en la sicología de una niña, Ximena, la cual vive entre dos mundos. Se trata de un sujeto descentrado que oscila entre dos universos culturales: la Sierra frente a la Costa; el campo frente a la ciudad; y el mundo infantil frente al de los adultos.Por otro lado, el escritor Carlos Calderón Fajardo señala que su obra no fue lo suficientemente valorada porque publicó tarde su novela más interesante, en los 90, porque vivía en Estados Unidos y porque al no estar dentro del proyecto estético y político del grupo Narración, a pesar de su proximidad a este tipo de narrativa, casi pasó inadvertida".
Seguir leyendo en: http://www.larepublica.pe/

sábado, 22 de noviembre de 2008

Portafolio APEC

Hoy día comenzó en Lima la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico. Para esto nos hemos preparado durante un año, "enfrentando" a la corrupción y soportando pistas rotas, para que los ilustres visitantes crean que todo luce desde siempre limpio y parchadito. Según el BID, es muy importante que la sede de la APEC 2008 sea el Perú, puesto que en la coyuntura económica internacional, somos el país de la región que mejor enfrentará la crisis.



Este mediodía recorrí con mi cámara el centro de Lima ...