¿Quién no tiene en mente la imagen de Guillermo Tell disparando con su ballesta a una manzana sobre la cabeza de su hijo? ¿Qué hubiera pasado si erraba el tiro? La historia de la independencia de Suiza habría tenido otro plot y la imagen de Tell no sería la del mítico héroe, comparado en gesto con el Abraham bíblico.
El Archivo de Literatura Alemana compró en una subasta una parte del manuscrito original de Guillermo Tell, que data de 1804. Esta pieza de Schiller, que se creía desaparecida, recoge un fragmento de la primera escena del segundo acto, de los cinco que componen la obra. En la misma puja, el Archivo adquirió también una carta de 1788 del escritor, dirigida a su hermana Caroline y a Charlotte von Lengefeld -quien más tarde se convertirá en su esposa- y un documento de 1790 que nombraba a Schiller consejero oficial.