Grave denuncia.
Las editoriales independientes del Perú, agrupadas en la Alianza Peruana de Editores, denuncian discriminación en la próxima Feria Internacional del Libro, a realizarse del 24 de julio al 3 de agosto en el Jockey Plaza.
Esta es la nota de prensa:
La Cámara Peruana del Libro obstaculiza la participación de veinte editoriales peruanas, en la Feria Internacional del Libro FIL-LIMA 2008. Entre las editoriales, agrupadas en la Alianza Peruana de Editores (ALPE), se cuentan Ediciones PEISA, Jaime Campodónico, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Asociación Cultural Antares, Sarita Cartonera, Estruendomudo, Matalamanga, entre otras.
Ediciones PEISA había asumido la distribución de las publicaciones de ALPE en un stand dedicado a la producción editorial independiente del Perú. Sin embargo, más de diez días después de la suscripción del contrato de arriendo de dicho stand, el Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro (CPL), institución encargada de organizar la FIL-LIMA 2008, decidió despojar a PEISA de los espacios alquilados para la distribución de los libros de ALPE.
El Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro se ha negado a responder formalmente a los pedidos de restitución formulados tanto por ALPE como por Ediciones PEISA, y ha pretendido descalificar a ALPE aduciendo falsamente que se trata de una “asociación informal”.
Los editores de ALPE declaran sentirse vulnerados en su derecho a la libre asociación y en su derecho a ser distribuidos y comercializar sus libros a través de los circuitos disponibles en el Perú. Asimismo declaran haber respetado el reglamento interno de la Cámara Peruana del Libro con respecto a su participación en la feria.
Aparentemente el Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro siente recelo ante la existencia de cualquier otra forma asociativa que tenga que ver con la producción de libros.
Ante esta situación, importantes asociaciones de editores tales como la Alianza Internacional de Editores y la Asociación Editores de Chile, han declarado su solidaridad con ALPE y han puesto en duda su participación en la feria si el consejo directivo de la Cámara Peruana del Libro no restituye los espacios alquilados.
Suscribo lo que dice Iván Thays en su blog: "Quizá los de la Cámara Peruana del Libro no se han dado cuenta de lo grave que es esto. Justo cuando el día de hoy todos los medios anuncian, con entusiasmo, la realización de la Feria Internacional del Libro 2008, aparece una denuncia, a manera de pronunciamiento, contra la organización de la CPL. Al parecer, la Cámara Peruana del Libro no acepta que una entidad com la Alianza Peruana de Editores Independientes (que agrupa a todas, o casi todas, las editoriales independientes importantes del Perú) participe con un stand en la FIL Lima 2008. Es raro, porque años atrás varias editoriales independientes (como Estruendo Mudo, Sarita Cartonera, los asociados en Punche Editores, entre otras) han tenido muy dinámicos stands en la FIL, ¿por qué este año les negarían el acceso? Por lo que he podido entender, el problema no es contra las editoriales individualmente, sino contra la posibilidad de que exista un gremio que las agrupe y que, en cierto modo, le "haga competencia" a la propia Cámara. La censura sería, entonces, un castigo contra una Asociación libre y democrática (y no "informal" como ellos dicen) que podría en el corto, mediano o largo plazo contrapesar el monopolio de la CPL".
Esta es la nota de prensa:
La Cámara Peruana del Libro obstaculiza la participación de veinte editoriales peruanas, en la Feria Internacional del Libro FIL-LIMA 2008. Entre las editoriales, agrupadas en la Alianza Peruana de Editores (ALPE), se cuentan Ediciones PEISA, Jaime Campodónico, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Asociación Cultural Antares, Sarita Cartonera, Estruendomudo, Matalamanga, entre otras.
Ediciones PEISA había asumido la distribución de las publicaciones de ALPE en un stand dedicado a la producción editorial independiente del Perú. Sin embargo, más de diez días después de la suscripción del contrato de arriendo de dicho stand, el Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro (CPL), institución encargada de organizar la FIL-LIMA 2008, decidió despojar a PEISA de los espacios alquilados para la distribución de los libros de ALPE.
El Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro se ha negado a responder formalmente a los pedidos de restitución formulados tanto por ALPE como por Ediciones PEISA, y ha pretendido descalificar a ALPE aduciendo falsamente que se trata de una “asociación informal”.
Los editores de ALPE declaran sentirse vulnerados en su derecho a la libre asociación y en su derecho a ser distribuidos y comercializar sus libros a través de los circuitos disponibles en el Perú. Asimismo declaran haber respetado el reglamento interno de la Cámara Peruana del Libro con respecto a su participación en la feria.
Aparentemente el Consejo Directivo de la Cámara Peruana del Libro siente recelo ante la existencia de cualquier otra forma asociativa que tenga que ver con la producción de libros.
Ante esta situación, importantes asociaciones de editores tales como la Alianza Internacional de Editores y la Asociación Editores de Chile, han declarado su solidaridad con ALPE y han puesto en duda su participación en la feria si el consejo directivo de la Cámara Peruana del Libro no restituye los espacios alquilados.
Suscribo lo que dice Iván Thays en su blog: "Quizá los de la Cámara Peruana del Libro no se han dado cuenta de lo grave que es esto. Justo cuando el día de hoy todos los medios anuncian, con entusiasmo, la realización de la Feria Internacional del Libro 2008, aparece una denuncia, a manera de pronunciamiento, contra la organización de la CPL. Al parecer, la Cámara Peruana del Libro no acepta que una entidad com la Alianza Peruana de Editores Independientes (que agrupa a todas, o casi todas, las editoriales independientes importantes del Perú) participe con un stand en la FIL Lima 2008. Es raro, porque años atrás varias editoriales independientes (como Estruendo Mudo, Sarita Cartonera, los asociados en Punche Editores, entre otras) han tenido muy dinámicos stands en la FIL, ¿por qué este año les negarían el acceso? Por lo que he podido entender, el problema no es contra las editoriales individualmente, sino contra la posibilidad de que exista un gremio que las agrupe y que, en cierto modo, le "haga competencia" a la propia Cámara. La censura sería, entonces, un castigo contra una Asociación libre y democrática (y no "informal" como ellos dicen) que podría en el corto, mediano o largo plazo contrapesar el monopolio de la CPL".
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