La tierra prometida de Hosseini y Foster

En el cielo de un Kabul sin guerra resplandecen las cometas de los niños y de los adultos como metáfora de libertad. Con ellas juegan Amir, el hijo de un político y Hassan, el hijo del sirviente. Juegan sin razas, ni credos, ni violencia hasta que la mayor de las vejaciones a la inocencia los separa para siempre. Una historia sobre el pasado que se arrastra con vergüenza, y la redención posible.

La película de Marc Foster sobre el best seller de Khaled Hosseini, "Cometas en el cielo" pudo haber sido un intercambio cultural, emocional y hasta geopolítico mucho más interesante. Atrapa porque perturba, con buena fotografía, pero es melodramática (llora, llora, hasta canción en inglés con melodía afgana) y moralizante sin compromiso político alguno (frente a la injustificable locura Talibán, Estados Unidos es la tierra prometida). Creo que lo cíclico de la vida, las traiciones y la lealtad pueden ser tratadas sin manipulaciones (cada escena es más funcional que la otra). Sin embargo, como todo, vale la pena verla como una nueva mirada sobre las guerras personales, a veces más crueles que la realidad misma, y las honestas actuaciones de los niños.